BORGES, Jorge Luis



A un poeta menor de la antología


¿Dónde está la memoria de los días

que fueron tuyos en la tierra, y tejieron

dicha y dolor y fueron para ti el universo?


El río numerable de los años

los ha perdido; eres una palabra en un índice.


Dieron a otros gloria interminable los dioses,

inscripciones y exergos y monumentos

y puntuales historiadores;

de ti sólo sabemos, oscuro amigo,

que oíste al ruiseñor, una tarde.


Entre los asfodelos de la sombra, tu vana sombra

pensará que los dioses han sido avaros.


Pero los días son una red de triviales miserias,

¿y habrá suerte mejor que ser la ceniza,

de que está hecho el olvido?


Sobre otros arrojaron los dioses

la inexorable luz de la gloria,

que mira las entrañas y enumera las grietas,

de la gloria, que acaba por ajar la rosa que venera;

contigo fueron más piadosos, hermano.


En el éxtasis de un atardecer

que no será una noche,

oyes la voz del ruiseñor de Teócrito.



To a minor poet of the anthology


Where lies the memory of the days

which were yours on the earth, and wove

joy and pain and were the universe for you?


The numerable river of the years

has lost them; you are a word in an index.


The gods gave endless glory to others,

inscriptions and exerges and monuments

and prompt historians;

the only thing we know about you, dark friend,

is that you heard the mockingbird one evening.


Between the asphodels of the shadow, your vain shadow

will think that the gods were greedy.


But the days are a web of trivial miseries,

and is there a better destiny than being the ash

of which oblivion is made?


The gods threw over others

the relentless light of glory,

which looks at the entrails and counts the cracks

of glory, which ends up rumpling the rose it worships;

they were more merciful with you, brother.


In the ecstasy of a sunset

which won't be a night,

you hear the voice of the Mockingbird of Theocritus.






El remordimiento

He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.


Remorse


I have committed the worst of sins

that a man can commit. I have not been

happy. Let glaciers of oblivion

encircle and drop me, merciless.


My parents begot me for the game—

daring and lovely—of life itself,

for earth and water, for the air and fire.

I cheated them. I wasn’t happy.

I didn’t carry out their youthful will. My mind

applied itself to the obstinate symmetries

of art, that can interweave nothingness.


Valor was my legacy. I wasn’t valiant.

Always it’s at my side. It never leaves me,

the shade of having been a desolate man.


Wroeging

Ik heb de grootste van de zonden die er zijn

bedreven. Ik was niet gelukkig. Mogen

de gletsjers van het vergeten mij het ravijn

in sleuren, wissen, zonder mededogen.

Mijn ouders maakten mij voor het geduchte

maar wonderschone spel van het bestaan,

voor de aarde, het water, voor het vuur, de lucht.

Ik stelde hen teleur. Ik voldeed niet aan

hun jonge wil. Ik heb alleen geleefd

voor koppige symmetrieën van de kunst

die onbeduidendheden samenweeft.

Zij gaven me de moed. Ik heb die gunst

versmaad. Dit achtervolgt mij nog het meest:

ik ben een ongelukkig mens geweest.

Vertaling: Barber VAN DE POL




Rain

Quite suddenly the evening clears at last

as now outside the soft small rain is falling.

Falling or fallen. Rain itself is something

undoubtedly which hapens in the past.

Whoever hears it falling has remembered

a time in which a courious twist of fate

brought back to him a flower whose name was ‘rose’

and the perplexing redness of its red.

This rain which spreads its blind across the pane

must aso brighten in forgotten suburbs

the black grapes on a vine across a shrouded


patio now no more. The evening’s rain

brings me the voice, the dear voice of my father,

who comes back now, who never has been dead.


The Just


A man who cultivates his garden, as Voltaire wished.

He who is grateful for the existence of music.

He who takes pleasure in tracing an etymology.

Two workmen playing, in a café in the South, a silent game of chess.

The potter, contemplating a color and a form.

The typographer who sets this page well, though it may not please him.

A woman and a man, who read the last tercets of a certain canto.

He who strokes a sleeping animal.

He who justifies, or wishes to, a wrong done him.

He who is grateful for the existence of Stevenson.

He who prefers others to be right.

These people, unaware, are saving the world.


Shinto


When sorrow lays us low

for a second we are saved

by humble windfalls

of mindfulness or memory:

the taste of a fruit, the taste of water,

that face given back to us by a dream,

the first jasmine of November,

the endless yearning of the compass,

a book we thought was lost,

the throb of a hexameter,

the slight key that opens a house to us,

the smell of a library, or of sandalwood,

the former name of a street,

the colors of a map,

an unforeseen etymology,

the smoothness of a filed fingernail,

the date we were looking for,

the twelve dark bell-strokes, tolling as we count,

a sudden physical pain.


Eight million Shinto deities

travel secretly throughout the earth.

Those modest gods touch us --

touch us and move on.




Mis libros

Mis libros (que no saben que yo existo)
son tan parte de mí como este rostro
de sienes grises y de grises ojos
que vanamente busco en los cristales
y que recorro con la mano cóncava.
No sin alguna lógica amargura
pienso que las palabras esenciales
que me expresan están en esas hojas
que no saben quién soy, no en las que he escrito.
Mejor así. Las voces de los muertos
me dirán para siempre.


Mijn boeken

Mijn boeken (die niet weten dat ik besta)

zijn mij even vertrouwd als dit gezicht

met grijze slapen en met grijze ogen

dat ik vergeefs zoek in het spiegelglas

en dat ik aftast met mijn holle hand.

Niet zonder een zekere logische wrevel

bedenk ik dat mijn wezenlijke woorden

staan op de pagina’s die niet weten wie ik ben,

niet op de pagina’s die ik heb geschreven.

Het is beter zo. De stemmen van de doden

vertolken mij voorgoed.

Vertaling: Barber van de Pol en M. Steenmeijer



The Art of Poetry


To gaze at a river made of time and water

and remember Time is another river.

To know we stray like a river

… and our faces vanish like water.


To feel that waking is another dream

that dreams of not dreaming and that the death

we fear in our bones is the death

that every night we call a dream.


To see in every day and year a symbol

of all the days of man and his years,

and convert the outrage of the years

into a music, a sound, and a symbol.


To see in death a dream, in the sunset

a golden sadnesssuch is poetry,

humble and immortal, poetry,

returning, like dawn and the sunset.


Sometimes at evening there’s a face

that sees us from the deeps of a mirror.

Art must be that sort of mirror,

disclosing to each of us his face.


They say Ulysses, wearied of wonders,

wept with love on seeing Ithaca,

humble and green. Art is that Ithaca,

a green eternity, not wonders.


Art is endless like a river flowing,

passing, yet remaining, a mirror to the same

inconstant Heraclitus, who is the same

and yet another, like the river flowing.



Aprendiendo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...


Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.


Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema. Y aprende a plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... Y con cada adiós uno aprende.


Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.


Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.


Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.


Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.


Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.


Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.


Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.


Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sea como esperabas.


Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante.


Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, extrañarás inmensamente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.


Y aprendes que hay 3 momentos en la Vida que uno no puede remediar: La oportunidad que dejaste pasar, la cita a la que no asististe, la ofensa que ya pronunciaste.

Con el tiempo también aprendes sobre El dinero... y entonces comprendes que: Puedes comprarte una Casa, pero no un Hogar. Puedes comprarte una Cama, pero no hacerte Dormir. Puedes comprarte un Reloj, pero no te dará el Tiempo. Puedes comprarte un Libro, pero no Conocimiento o lo que necesitas aprender. Puedes comprarte una Posición, pero no sirve para tener Respeto. Puedes comprarte Medicinas y pagar la consulta al médico, pero no te da Salud. Puedes comprarte Sangre, pero no Vida. Puedes comprarte Sexo, pero no Amor.


Con el tiempo también aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no importa cuantos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco.


Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.


Pero infortunadamente, todo esto lo aprendes sólo con el tiempo…



Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores.

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico, correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.

Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos.

No te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.

Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.




Instantes

Indien ik opnieuw zou kunnen leven, zou ik in het volgende meer fouten proberen te maken. Ik zou niet proberen zo perfect te zijn, ik zou me meer ontspannen.

Ik zou dommer zijn dan ik geweest ben, in feite zou ik heel weinig zaken serieus nemen.

Ik zou minder hygiënisch zijn, meer risico’s nemen, meer reizen maken en meer zonsondergangen aanschouwen, meer bergen beklimmen, in meer rivieren zwemmen.  Ik zou naar meer plaatsen gaan waar ik nooit ben geweest, ik zou meer ijsjes eten en minder bonen, ik zou meer echte problemen hebben en minder ingebeelde.

Ik was zo iemand die altijd wijs en productief leefde, iedere minuut van zijn leven. Natuurlijk heb ik gelukkige momenten gekend. Maar als ik terug zou kunnen, zou ik proberen alleen maar goede momenten te hebben. Want voor het geval jullie het niet weten, daar bestaat het leven uit, alleen uit momenten.

Verlies het ‘nu’ niet uit het oog.

Ik was zo iemand die nooit ergens naar toe ging zonder een thermometer, een thermoskan met warm water, een paraplu en een parachute; als ik opnieuw zou kunnen leven, zou ik lichter reizen.

Als ik opnieuw zou  kunnen leven, zou ik blootsvoets lopen vanaf het begin van de lente tot aan het einde van de herfst. Ik zou meer rondjes in de draaimolen maken, meer zonsopgangen aanschouwen en meer met kinderen spelen, als ik mijn leven opnieuw voor me zou hebben.

Maar zie, ik ben 85 en weet dat ik stervende ben.