VARELA, Blanca
La nocturna dulzura vence al arquero, lo reduce a la pàlida sonrisa de sus labios azules, lo reconoce inerte y dolorido en su trono de nieve. Entre la roca y el centellear de la nube, hijo amado de la lluvia, alza su mano para ceder el fuego y sus jardines
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Nocturnal sweetness vanquishes the archer, diminishing the pale smile of his blue lips, seeing him inert and aching on his throne of snow. Between rock and cloud-glimmer, beloved son of the rain, raise our hand to cede the fire and its gardens.
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